Dentro de los requerimientos para poder rendir a máximo nivel dentro del futbol, las demandas físicas son uno de los aspectos claves a la hora de medir dichos rendimientos colectivos y, sobre todo, poder analizar si el jugador está llegando a dar en el terreno de juego aquellos valores que la competición nos demanda.
En este sentido, una de los argumentos más utilizados entre los medios de comunicación y los aficionados a la hora de medir de forma subjetiva el desempeño físico de un jugador es su edad, ya que de forma subjetiva pensamos que a partir de cierto momento (generalmente los 30 años) el estado físico de los jugadores decae y esto afecta a su rendimiento. Sin embargo ¿sabemos realmente el efecto que tiene el paso de los años en las capacidades físicas de los jugadores?. En este artículo, nos basaremos en la investigación realizada por Rey, E. et al. (fuente) para analizar cómo afecta la edad al rendimiento de los futbolistas y si realmente puede ser considerado un factor clave a la hora de medir estados de forma.
¿Qué hicieron los autores?
Los autores recogieron datos de 154 futbolistas profesionales que jugaron en LaLiga entre las temporadas 2012-2013 y 2019-2020. Se dividió a los jugadores en 5 posiciones: defensas centrales, defensas externos, mediocentros centrales, mediocentros externos y delanteros. Las variables que se recogieron fueron las siguientes:
Variables físicas: Se recogieron una serie de variables temporada tras temporada a nivel físico como la distancia total cubierta por los jugadores y el número de esfuerzos y distancia cubierta a alta intensidad (>21km/h).
Variables técnico-tácticas: Precisión en el pase, medido como el porcentaje de pases exitosos en relación con el número total de pases intentados.
Variables situacionales: Resultado del partido (victoria, empate o derrota), localización del partido (local o visitante) y la diferencia de posición en la tabla entre los dos equipos que jugaban el partido.
¿Qué encontraron los autores?
En lo referente a las variables físicas recogidas y analizadas, los autores concluyen que todas ellas disminuyen a medida que el jugador va cumpliendo años, en concreto distancia total recorrida se reduce en una media de 0,56% cada año, mientras que el número de esfuerzos realizados a alta intensidad y la distancia total a alta intensidad se reducen un 1,42% y un 1,80% cada año.
En lo que se refiere a las variables técnico-tácticas, se recogió que los jugadores profesionales aumentan significativamente su precisión en el pase cada año, concretamente en una media de un 0,25% cada año.
Por último, analizando los efectos del paso de los años en función de la posición en el terreno de juego se observó que los defensas centrales y mediocentros centrales fueron los menos afectados por el detrimento de la edad en cuanto a la distancia total recorrida y los esfuerzos a alta intensidad. Además, los efectos positivos en cuanto a la precisión en el pase fueron a su vez mayores en ellos en comparación con los jugadores externos y los delanteros.
Implicaciones prácticas
De los resultados obtenidos en este estudio, podemos ver cómo efectivamente el paso de los años afecta de manera inequívoca al rendimiento físico de los jugadores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos efectos no son iguales para todos, ya que difieren en función de la posición del jugador en el campo. Además, de forma paralela y también en función de la posición de las jugadores, se da una mejora a nivel técnico-táctico a medida que se acumulan temporadas de experiencia.
A modo de conclusión se aconseja no caer en generalizaciones a la hora de evaluar los rendimientos de los jugadores y, en todo caso, no hacerlo únicamente en base a la edad, ya que si bien es un factor que se ha demostrado científicamente que afecta al rendimiento, forma parte de un entramado mucho más complejo de variables que dentro del desempeño de los jugadores en un partido de futbol.
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