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En el cerebro de Neymar

¿Qué hace bueno a un jugador? ¿Por qué unos jugadores son mejores que otros? ¿Qué es lo que los distingue y los hace especiales?. La detección y desarrollo del talento ha sido y es uno de los principales campos de investigación en el mundo del deporte. En este post, gracias al artículo publicado por Naito e Hirose en la revista "Frontiers in Human Neuroscience" (detalle) os propongo un pequeño viaje al interior del cerebro de Neymar, uno de los mejores jugadores del planeta, con el objetivo de analizar si su funcionamiento y activación son diferentes con respecto al resto de "mortales".

¿Qué hicieron los autores?


Los autores midieron mediante un escáner el nivel de activación y reclutamiento del cerebro de Neymar al realizar movimientos con el pie, comparándolo posteriormente con los niveles de activación de otros deportistas realizando estos mismos movimientos. En concreto, además de Neymar, participaron en el estudio 3 jugadores de 2ª División Española de Fútbol, 2 nadadores españoles de nivel nacional y un futbolista amateur.


¿Qué encontraron los autores?


Tras las mediciones los autores encontraron que, ante la realización de un mismo movimiento del pie, las areas del cerebro encargadas del control motor se activan significativamente menos en el caso de Neymar (Imagen 1). En otras palabras, Neymar necesitaba reclutar menos recursos que los demás deportistas a nivel de control motor para la realización de un mismo movimiento.

Esto convierte a Neymar automáticamente en un jugador más eficiente, ya que nos da pie a considerar que el hecho de necesitar menos recursos para realizar un movimiento, le permite destinar más recursos a aspectos tales como el movimiento y coordinación de otros segmentos corporales, la visión periférica o aspectos cognitivos como la anticipación de los movimientos de compañeros y rivales.

Imagen 1. Activación del cerebro de los deportistas al realizar un mismo movimiento. Tomado de Naito & Hirose (2014).

Implicaciones prácticas


¿El talento nace o se hace? Si bien no tengo una respuesta rotunda a esta pregunta, lo que actualmente sí sabemos gracias a los avances realizados en el campo de la neurociencia, es que la práctica motriz produce cambios en el sistema de control motor de los humanos, dándose este fenómeno tanto en niños como en adultos.


En el caso que nos ocupa, el de Neymar, una de las hipótesis que nos sugiere es que, a una capacidad genética innato (talento que nace) se le ha unido un inmenso número de horas de práctica (talento que se hace). Sin duda el número de horas de exposición a una tarea nos va modelando y puliendo, convirtiéndonos con el tiempo (en algunos casos) en auténticos maestros. Sin embargo, más allá del hecho de que a más horas de práctica mejores nos volvemos, futuras investigaciones deberán ir concretando otros aspectos del proceso de entrenamiento, como por ejemplo qué tipo de práctica es la más relevante a la hora de mejorar al jugador (cantidad vs calidad).

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