El fútbol de alta competición es un mundo ingrato para los entrenadores. El establecer procesos, métodos y formas de trabajo está supeditado a un examen contínuo, en el caso del fútbol de forma semanal, en donde los tres puntos en juego marcan el tiempo del que disponen los cuerpos técnicos para implantar su visión y método. Todo depende de que la pelota entre o no entre, y esto es algo influenciado por una multitud casi infinita de variables sobre las que, a la hora de la verdad y siendo honestos, se tiene poco o nulo control.
En un futbol en donde prima la inestabilidad en los banquillos (sin ir más lejos en la temporada 22-23 se batió el record de despidos en la Premier League) cada vez surgen más inquietudes sobre cómo afectan estas destituciones al rendimiento de los jugadores. Hoy abordaremos si el cambio de entrenador en fútbol tiene incidencia en el número de lesiones del equipo gracias al artículo de Ekstrand, Van Zoest y Gauffin (fuente).
¿Qué hicieron los autores?
El objetivo de los autores fue evaluar con que frecuencia se reemplaza al entrenador antes o durante las temporadas, y si estos cambios tiene correlación con la incidencia lesional en los isquiotibiales en el fútbol de alto nivel. Además, se quiso analizar también si existía correlación cuando se reemplaza a otros miembros del cuerpo técnico como preparador físico, médico o fisioterapeutas.
Para ello, se pasó un cuestionario a 14 equipos de alto nivel sobre las cambios sufridos en los cuerpos técnicos y médicos durante las temporadas 19-20, 20-21 y 21-22. En concreto se preguntó sobre los cambios del primer entrenador, preparador físico, médico y fisioterapeuta. Los 14 equipos estaban clasificados para la ronda inicial de la Champions League o Europa League.
¿Qué encontraron los autores?
Los resultados obtenidos en relación a la incidencia lesional en los isquiotibiales fueron dispares en función del miembro del staff reemplazado:
Entrenador: No se encontró ninguna correlación entre el reemplazo de entrenador y el aumento de lesiones en la zona isquiotibial.
Preparador físico: Se registró un aumento del 63% de la incidencia lesional.
Médico y fisioterapeuta: A pesar de ser cambios de personal poco comunes, se detectó que un cambio de médico conlleva un aumento del 81% en la incidencia lesional de los isquiotibiales. Por otro lado el cambio de fisioterapeuta conllevó un aumento no significativo del 10%.
Cambios de entrenador y preparador físico: Los resultados obtenidos revelaron que en un 70% de las ocasiones el entrenador contratado traía a su preparador físico. Lo cual conlleva un aumento de la incidencia lesional del 276%.
Implicaciones prácticas
Cuando el entrenador que entra en el club no viene acompañado, cuenta con el asesoramiento del preparador físico y los cuerpos médicos del equipo acerca del estado de los jugadores, gestión de la carga, historial lesivo... lo cual puede explicar que su reemplazo no tenga una influencia directa en la incidencia lesional de los jugadores. Por el contrario, cuando viene acompañado de una figura como el preparador físico, esto puede desembocar en una serie de cambios como fluctuaciones en la dinámica de cargas (sobreentrenamiento o infraentrenamiento), implantación de forma brusca de una filosofía de entrenamiento diferente o incluso el uso de un lenguaje y terminología nuevos que hace que los jugadores deban adaptarse.
En este sentido, los autores destacan la importancia de establecer una comunicación fluída y basada en la confianza entre el cuerpo médico y el entrenador, lo cual es algo que lleva tiempo construir y cuesta muy poco disolver cuando hay cambios en estas figuras.
Por último, se recomienda el disponer de estructuras de trabajo estables en los clubes de futbol, más allá de los hipotéticos cambios de entrenador que puedan producirse durante el transcurso de la temporada. Esto permitirá individualizar de forma eficaz los tratamientos de los jugadores y transitar de una forma suave cuando se produzcan cambios así como minimizar los posibles efectos nocivos que puedan producirse en la gestión diaria de la carga de entrenamiento.
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